Cualquier deporte está basado en el funcionamiento del aparato músculo esquelético y más concretamente del sistema muscular o miofascial, de forma que si su estado de longitud y funcionamiento mecánico no es el óptimo, esto va a tener una repercusión negativa en el rendimiento deportivo y en las marcas obtenidas.
Y es que los músculos son auténticos pistones motorizados que basan en buena parte su capacidad para generar fuerza en el recorrido que son capaces de hacer desde su máxima longitud hasta la de mayor acortamiento o contracción, es decir, al estirarse el músculo carga una energía que descarga con la contracción muscular y el consiguiente movimiento.
Es por esto que un trabajo de estiramiento muscular completo, intenso, duradero y frecuente van a dar lugar en muchas ocasiones a un momento del rendimiento deportivo y la mejora de las marcas logradas.
Por otro lado, los desequilibrios musculares entre el lado izquierdo y el lado derecho o entre la parte posterior y la parte anterior van a generar no solo una disminución del rendimiento deportivo sino un mayor sufrimiento mecánico de todo tipo de estructuras musculares, articulares, interóseas, que van a predisponer al padecimiento de todo tipo de lesiones, tendinitis, roturas musculares, etc.
Por qué debemos estirar en el deporte?
- Reduce la tensión muscular.
- Aumenta la amplitud y la coordinación de movimientos.
- Previene de lesiones futuras.
- Prepara la musculatura para la actividad física –en este caso están más indicados los estiramientos balísticos puesto que no van a desinformar a los mecanorreceptores y van a dejar el músculo preparado para responder ante un estiramiento muy grande o repentino.
- Mejora el conocimiento del propio cuerpo.
- Mejora la circulación.
- Ayuda a la reabsorción de ácido láctico evitando la fatiga muscular.
- Conseguimos un bienestar físico y por la tanto psicológico.
Cómo estirar?
Cuando estiramos un músculo lo que estamos haciendo es distanciar los dos puntos de inserción de este, es decir, la finalidad es separar los extremos del músculo para que sus fibras se estiren. Para ello, uno de esos puntos debe mantenerse fijo e iremos variando la amplitud sobre el punto móvil. Debemos respetar una serie de principios a la hora de estirar:
- Debemos respetar los planos y ejes además de la amplitud articular.
- Tenemos que colocar al músculo en estado de preestiramiento y que la puesta en tensión sea lenta y progresiva.
- No debe doler, debemos notar cierta tensión pero debe ser tolerable.
- Durante el estiramiento debemos respirar de modo profundo y regular.
- Respetar los tiempos de estiramiento.
- Puesta en tensión progresiva hasta la tensión máxima.
- Mantener la tensión máxima aproximadamente 20 segundos.
- Vuelta a la posición inicial lenta y progresivamente.
- Tiempo de reposo: la suma del tiempo empleado en los 3 pasos anteriores.
Siempre se debe estirar antes y después del ejercicio. Es más recomendable hacer estiramientos balísticos antes de la práctica deportiva y dejar los estiramientos estáticos para después. Pero es cierto que existe gran controversia con respecto a este tema.
Durante el calentamiento se recomienda trabajar la movilidad de las articulaciones más implicadas y realizar estiramientos de la musculatura más implicada en el deporte que practiquemos.
Tras la actividad se recomienda realizar estiramientos para disminuir el tono, favorecer la circulación y eliminar el ácido láctico.
Durante la actividad física, cuando realizamos una actividad en series de series donde se hagan descansos, están indicados para evitar la pérdida de elasticidad y facilitar la recuperación muscular.